Las brujas no existen, pero que las hay....

Teníamos una vida 100% planificada. Una vida en pareja yendo a casa de mama de tanto en tanto, o en los cambios de temporada, a buscar algo de ropa. Viernes por la noche, entre los amigos de el, los tuyos y los de ambos siempre tenías algún cumple; los sábados alguna peli y los domingos visitábamos a la flia mientras el se daba una asquerosa panzada de fútbol. Tentativas de nombres para los hijos, barrio para la casa y cronograma maratónico de familiares y amigos para las fiestas…
Y un día nos separamos. Pasamos de la certeza aburrida y monótona a la total, absoluta y aventurera incertidumbre. Y, como decía un profe de la Facu, no hay cosa que vuelva más loca a una mujer que la incertidumbre.
El quiebre de una relación, como ya contamos, nos abre las puertas a un mundo nuevo 1000% incierto. Está lleno de adrenalina y un sinfín de cosas a vivir, pero no deja de perturbarnos la fucking incertidumbre de que corno será de mi vidaaa! Y en ese momento, siempre esta la amiga garca que te dice: Xq no te haces tirar las cartas?!...conozco a alguien que…sarasa sarasa
Y sí, Sofi y yo caímos como carne de cañón. Fuimos una vez a ver que onda y caímos en la trampa macabra.
Debo confesar que al principio me sorprendieron. No tenían verrugas, no vestían a lo gitana y no existía la bola de cristal! Es más, la primera vez, nos tiraron las cartas españolas que creí que servían solo para el chinchon.
Hasta que conocimos a Doña Mari.
Dicen que las brujas no existen, pero que las hay…
“Lula, nunca te dije…pero yo sí conozco a una pitonisa de verdad y te puedo llevar”
Y como toda pitonisa, no vive a la vuelta de la esquina! (Sí, desde matriz se les dice pitonisa)
Sábado 3pm. Así comienza la travesía para entregarnos a las manos de Doña Mari. Bondi de Belgrano para empalmar en Floresta con otro hacia San Justo donde nos esperaba “el contacto”. Porque a estos lugares no podes ir sola, siempre existe una “entregadora”. Escala en Laferrere, donde establecimos el 1º contacto telefónico con La Mari : “las espero, miren que tengo muchas cosas que decirles…picaronas!...muejeje!!” La Doña había recibido el día anterior, por medio de nuestro contacto, una serie de información y fotos nuestras que había solicitado y había estado “trabajando” sobre nuestros casos.
Sábado 6pm. Desembarcamos en La Tablada. Presentación: Yo soy Doña Mari, y les juego lo que quieran a que van a volver a agradecerme todo lo que hice por ustedes. Acá todo el mundo me conoce y me quiere. Y ustedes…picaronassss!!! Nos estrechó en un fuerte abrazo como si nos conociera de toda la vida. Que miedito, que cosas habrá “visto” sobre mi y mi pasado…que intimidades le habrá develado sus videncias sobre mi vida. Se trataba de una señora mayor, de unos casi 70 años, cieguita de un ojo y nos esperaba en el umbral de su casa sentada en una reposera con un par de sillas.
No vamos a revelar las cosas que la doña nos pronosticó, la verdad es que no se le entendí muy bien y ninguna se animaba a preguntarle demasiado. El peor momento fue cuando la doña se metió en la cocina y me empezó a llamar…y al ingresar me esperaba con una cinta roja, dos estampitas y una tijerita china! Malo, malo malo eres…me sentí en Mujeres Asesinas…
Pero Doña Mari, es todo corazón.
No se si me sirvió de algo lo que me dijo….pero ahora si se que las brujas no existen…pero Mari…
Lula.

Pd: para un viaje de estos, primero pasen por un banco a buscar monedas porque sino los bondis te dejan tirada en el medio de cualquier zona del lejano oeste.