Llamame, te llamo, ¿me llamas?

Las mujeres, estamos acostumbradas a que cuando nos encontramos iniciando una nueva relación descansamos muchas cosas en el, o mejor dicho, dejamos que sea él quien asuma ciertos roles. A saberse: es el que tiene que llamarnos, es el quien tiene que proponer una salida, el lugar y otros temas. Y sí, digamos que seguimos el conocido “manual de las reglas a seguir para las primeras citas” al mejor estilo Cosmo.
Pensamos que si lo llamamos nosotras, corremos el riesgo de parecer desesperadas o fáciles, nos cuidamos de no demostrar mucho interés y no solo eso sino que más bien nos hacemos las indiferentes. Nos cuidamos todo el tiempo de lo que decimos, de cómo actuamos y reaccionamos…de cómo puede reaccionar el frente a ciertos estímulos…etc, y por lo tanto, termina siendo siempre todo una gran careteada.
Ahora bien, cuando se trata de una relación Free, esto cuenta? También tenemos que esperar estas mismas cosas? (Ojo, me refiero a cuando esta entendido por ambas partes que se trata de una relación que responde a esta categoría).
Y en este caso, si esperamos que sea el quien busque el contacto con nosotras (por una cuestión de autoestima “Claro chicas, si es el quien me llama siempre, yo… nada que ver!”), no terminamos siendo una especie de juguete sexual dispuestas a estar disponibles cuando el lo requiera? Y..Helou? Xq no al revés?
Al aceptar una relación free estamos asumiendo un rol masculino también.
Gente, las épocas cambiaron! En la era de las “relaciones free”, la mujer se “masculiniza” y el hombre se “feminiza” un poco. O acaso no notan a los hombres mucho más histéricos? Chicos (sí, a ustedes!), acaso ahora no esperan también se llamados, se hacen los indiferentes y nos hacen jugaditas muy de minitas?
Los dejo, tengo que hacer una llamada.