sábado, 28 de junio de 2008

Arañando los restos de mi adolescencia II: El síndrome de Peter Pan

Con Sofi venimos investigando sobre este tema hace un tiempo y coincidimos plenamente con esta teoría. Leer estas descripciones es como leer el psicotécnico de algunas de nuestras parejas.

Es por ello que les alcanzamos una pequeña reseña de ella a ver si alguno más se siente identificado.

Les gustaría vivir en el país del nunca jamás?

Ojo, porque tiene sus consecuencias.

Saludos!

El síndrome de Peter Pan

Con el tiempo, concretamente al final de la adolescencia, cada persona empieza a orientar su vida hacia una determinada dirección. El problema surge con la negación de superar esta etapa y resistirse a crecer y afrontar responsabilidades de la vida adulta. Sería, por simplificar, tener un cuerpo de hombre/mujer con mentalidad de niño/a.

Si no se supera esta fase ocasiona quejas emocionales, como baja autoestima, ya que lo quiere todo, no quiere renunciar a nada de lo que tiene ni está dispuesto/a a poner nada de su parte para conseguir las nuevas metas y objetivos. No obstante, se queja y da siempre la culpa a los demás. No se siente parte del problema o dificultad, ni siquiera que tenga que ver con su evolución.

Hombres que se niegan a Crecer

Falta de responsabilidad, actitudes de desamparo, extorsión emocional y una alegre y despreocupada visión de la vida, son algunos de los síntomas de aquellos hombres quienes, como Peter Pan, eligen ser eternamente niños.
Cualquiera sea su edad, 25, 40 o 60 años, siguen actuando, sintiendo como adolescentes.

Por una parte, suelen ser personas divertidas y a su lado todo parece pura alegría de vivir. Pero por la otra, tratan de evadir continuamente sus responsabilidades; se refugian en fantasías imposibles de cumplir y culpan a los demás de todo lo que les ocurre.

Con el tiempo, todos nos convertimos en personas" grandes", independientemente de lo que hagamos o no por nuestras vidas. Sin embargo, llegar a adultos, en el sentido pleno de la palabra, requiere esfuerzo. Para llegar a ser adulto, una persona debe elegir serlo y empeñarse en lograrlo. Y lo primero es aceptar la responsabilidad por lo que uno es y por lo que uno hace; y esto implica no evadir las obligaciones y responsabilidades; no utilizar excusas para justificar sus propias conductas.

Pero en este largo y sinuoso camino algunas personas, como Peter Pan y Homero Simpson, se quedan detenidas en ciertas etapas y persisten en conductas infantiles

Reconociendo a Peter Pan
Para comenzar, es un adulto según su edad, pero un niño según su conducta.
Puede parecer seguro de sí mismo, incluso arrogante, pero en el fondo se siente vulnerable, temeroso.

Es capaz de entrar a una reunión y cautivar de inmediato al auditorio; su presencia no pasa desapercibida; es chispeante, seductor, incluso a primera vista, los demás parecen insignificantes.

Pero en el fondo, este hombre es indeciso, inseguro y sobre todo teme que no lo amen y tapa sus inseguridades con una máscara de seguridad y alegría ficticia. Vive escondiéndose detrás de fachadas y excusas; disimula su incapacidad de madurar con juegos, pasatiempos, negocios fantásticos, grandes proyectos imposibles y aventuras amorosas.

Parecería que el único compromiso que asume Peter Pan es evitar todo el tiempo el compromiso

Si tienes un Peter Pan a tu lado...

Lo primero que tiene que hacer, es darse cuenta que tiene un problema.

Pero hete aquí que no es ésta una tarea sencilla, ya que culpar y hacer responsables a los demás de todo lo que les sucede es parte de su síndrome.
Muchas veces necesitan sentir en carne propia las consecuencias de sus actos, para recién entonces pensar en la necesidad de algún cambio de actitud.

Las conductas ejercidas durante muchos años no se modifican fácilmente, por lo que una terapia psicológica sería la mejor indicación.

La mejor forma para que un hombre se recupere de este síndrome es permitir que enfrente la realidad y asuma las consecuencias de sus conductas. Por más duro que parezca al principio, no se haga cargo de sus responsabilidades: si no paga las cuentas, no lo haga UD. por él; si se queda dormido, no lo despierte. La próxima vez, no ocurrirá.

Fuente: Avizora.com

5 comentarios:

Lucila Cueva dijo...

Felicitaciones por el blog.
Hace poquito posteé sobre el amor en los tiempos de Peter Pan. Las invito a que lo vean.
Saludos

.::Terrenal::. dijo...

HOla Sofi Y Lula, como andan?
Y esta la otra posibilidad, que sea el sindrome de peter pan q dejo el pais de nunca jamas, q aprendio a ser responsable y que es responsable de sus actos maduro y que en el fondo tiene ese niño alegre que lo hace ser unico. Esa posiblidad creo q tb esta...

Sino tb tenes que sindrome de peter pan con ascendente en Capitan garfio, este seria un tipo de persona inmadura, caprichosa y con dejos de maldad?

Son validos estos conceptos en su clasificacion?

saludos a las dos.

rck dijo...

El día que me mude de la casa de mamá, va a ser a Nunca Jamás. Aguante Peter loco, yo no crezco ni ahí.

Lula dijo...

Lucila: Excelente tu post! Me encanto! Ahora te voy a dejar un comentario!
Y sí, los meter pan son los que más nos atraen y los que luego más nos hacen sufrir.
Saludos!

Lula dijo...

Terrenal: El síndrome1 podríamos bautizarlo como el del “Peter Pan Recuperado”, es el que todos queremos. El que pasó por la granja de rehabilitación y esta 0 KM para nosotras.
El síndrome 2, el del “Peter Pan con ascendente en Capitán Garfio” sería algo así como el personaje malo de telenovela, el antihéroe. El cancherito lindo, con plata que compite con el protagonista (“Peter Pan Recuperado”) y que finalmente termina sin la chica, y probablemente internado en un loquero. Sería algo así como Joaquin Furriel en Montecristo.
Terrenal, valiosísimos los aportes!
Saludos!