Cuando uno se separa, los posibles puntos de encuentro con nuestro ex se tornan peligrosos. Estos pueden ser usados tanto para no soltar nunca esa soga que lentamente se está cortando, como, en el peor de los casos, para utilizarlos como peligrosas armas de ataques hacia el otro.
Y si de armar peligrosas hablamos, hay uno que letal, es la bomba atómica de todas las relaciones: EL MESSENGER.
Endemoniando programa si lo hay, en los últimos tiempos se ha convertido en responsable de engaños, confusiones, separaciones, histeriqueos, y por sobre todo, gran generador de malos entendidos. Todo lo que se dice a través de un chat, puede ser interpretado en cantidad de formas como de lectores de ese chat pueda haber.
¿Quien nunca se tentó con leer que es lo que nuestra pareja hablará con sus amigos/as por chat? Vamos, por mas que no sea ético, todos nos morimos por conocer esa personalidad que suele ser muy distinta a la personita encantadora que conocemos en la realidad. Y esto lo digo haciendome cargo de lo que nosotras somos también. Somos histericas por chat, y aunque "NUNCA SIGNIFIQUE NADA", lo hacemos igual.
El problema es cuando uno se separa. De repente, ese mundo que tanto para nosotras como para el otro era un simple arma de distracción, se hace realidad, y esos chat histericos pueden pasar a hechos en concreto.
Y en esto no estamos hablando de nosotras, por supuesto. Todo lo que hagamos nosotras está perdonado porque tenemos el corazón roto.
El problema es como nuestros ex comenzarán a utilizar esta puerta al paraíso de mujeres solteras que ahora saben que un histeriqueo puede pasar a una cita con un solo ENTER.
Por lo tanto, nuestra rebuscada mente comienza a trabajar:
1- Todos los días hacemos doble click sobre su nick para ver que foto tiene. Generalmente ahora que está soltero, saca esa foto de hace 5 años atrás, donde está en la playa en cuero, con esos abdominales que por supuesto hoy no existen, rodeado de amigos y diciendo "si, estoy soltero y mas apetecible que nunca".
2- Los mensajitos al lado del nick ya no son frases llenas de amor dedicadas a nosotras, sino códigos inentendibles, como si eso lo fuera a rejuvencer 10 años!
3- Su space ya no está lleno de fotos de los momentos mas romanticos de la relación, sino de chicos con los ojos extraviados abrazados a cuanta extraña se le acerque. Y todos los nuevos solteros tienen el corte de pelo "David Beckham". Salames. Que lejos están.
Ante esta situación, nosotras mujeres algo tenemos que hacer:
O tomar revancha, o BLOQUEARLOS. Si, bloquearlo, no admitir, te eliminé del messenger for ever, no existís mas salame.
Pero esta decisión no es fácil de tomar, porque, como buenas masoquistas que somos, nos enfermamos la cabeza viendo en que anda este nuevo especímen soltero. E incluso sabemos mas de sus vidas ahora que antes, cuando no le prestabamos atención a estas cosas.
Pero no es sano.
Tampoco es sano seguir chateando, haciendo interminable una agonía de la cual queremos salir cuanto antes.
Entonces jugamos a bloquearlo y desbloquearlo. Y de paso nos aparecemos en su pantalla cada 5 minutos, como para que no olvide el pedazo de mujer que perdió. (Lejano a esos gatos con los que seguro chatea).
Y de repente lo bloqueamos unos 3 días seguidos. Y UPPSS, creemos que el estará preocupado por nuestra integridad física, mientras que nosotras creemos que él piensa que nos fuimos 3 días con nuestro nuevo amante.
Por eso es un arma de doble filo: no sigue manteniendo en contacto pero a la vez la utilizamos para disparar nuestra perversa mente a los lugares mas oscuros que jamás habíamos imaginado.
Yo bloqueé y borré. Bien por mi. Fue duro, pero lo hice y hoy al menos, puedo trabajar tranquila sin su fantasma apareciendo en mi pantalla.
Y este es un mensaje personal para mi amiga Lula: Bloquee y borre señorita. Al principio es desesperante, pero se puede sobrevivir tranquilamente. A ayuda a aflojar la soga. Total, que siempre vamos a encontrar otra forma de contactarlos...
Y ahora que lo pienso, esto de las nuevas tecnologías merece muchos capítulos aparte que ya abordaremos.