martes, 16 de octubre de 2007

Muñecas de torta


Estamos entrando en una edad en la que paradójicamente, mientras nuestro círculo social comienza a armar planes de casamiento, nosotras estamos cada día mas alejadas de esa situación o de cualquier cosa similar que requiera un compromiso.
Uno de estos últimos sábados, Luli y yo tuvimos el primer casamiento de alguien muy cercano. Ok, entendemos que esto es normal, pero dada la situation que nos toca pasar, es como que estamos sensibilizadas al tema. Ya en la iglesia nos tomamos de la mano cual viejitas dandonos apoyo mutuo. No estamos desesperadas por llegar al altar ni mucho menos, pero cuando las conversaciones a nuestro alrededor solo tocan temas como "el souvenir es grasa", o "me contraté una wedding planner re re top", es como viajar automaticamente a la galaxia desconocida y preguntarnos "whaaaaat´s?????, donde quedaron las charlas de la cantidad de hombres que nos dieron gratuitamente su celular??, o esas charlas donde alguna amiga no se acordaba el nombre del susodicho pero si sus dotes longitudinales??".
Esto nos deprime. Darnos cuenta que estamos mas para el largo camino al altar que para el fin de semana de parrandeo. Maldita sociedad que impone tan cruel habito social. Y mas cuando llegas totalmente divina a una iglesia ... llena de felices parejitas... donde el único hombre soltero es el cura que oficia la misa.
Bueno, dijimos, no todo está perdido! Ahora se viene la festichola y pum para arriba!!! Llegamos a nuestra mesa y nos acomodamos.. y nos dimos cuenta que quedaban dos sillas vacías. Whats?? Pero si le dijimos a nuestra amiga muy claramente que NO estabamos mas en pareja!!! No podía ser tan importante humillación. Susceptibles?? Ni ahi!
Finalmente y por milagro del señor, nos equivocábamos. Una hora mas tarde cayó una pareja de unos 40 años. Simpaticos. Nos saludaron a todos los de la mesa y dieron charla. Hasta que... este buen hombre se convirtió en nuestra peor pesadilla. Era un profeta del amor y de las parejas felices. Un imbécil en otros términos. Empezó con nuestras dos amigas que estaban con sus novios: que hace cuanto tiempo salian, que cuando se casaban, que el respeto es la base fundamental para mantener viva a la pareja, que jamás le digas bruja a tu señora, y una sarta de boludeces que hacían insufrible la noche. Con Luli cruzamos miradas de socorro. En cualquier momento nos ibamos a convertir en blanco de sus consejos. Dicho y hecho, se vino la pregunta... "Y ustedes????" Y por dentro, " y ustedes que , la #$%&&°########". Con una amplia sonrisa falsa, fue un "no, nosotras estamos aca solas, no estamos en pareja" (no te das cuenta mamerto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"). Para que... casi que nos pone un moño y nos rifa al mejor postor. Llamó a la mesa de al lado y comentó nuestro estado de soltería, gritó nuestros nombres en alto y casi que nos pide el celular para salir a repartirlo por el resto de las mesas. Patético, si. Humillante? También. Nada mas acertado para terminar de aniquilar nuestro autoestima.
Y encima en la fiesta no había barra libre. Injusticia!!! No pudimos abrazarnos a la barra y cantar el tema de la boda de mi mejor amigo balbuceando las sílabas!!
Igual la remamos mucho, y de una u otra forma la pasamos bien!!!

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