domingo, 31 de mayo de 2009

Reflexiones sobre la infidelidad


Siempre pensé en que no podría por nada del mundo perdonar una infidelidad, hasta que me tocó. Me pasó hace mucho tiempo y fue como un colapso de mis creencias.
La infidelidad es como una triple patada karateca en lo más profundo del ego que te golpea y te caga a patadas por un rato. En mi caso estaba de novia con algo así tan bueno e inocente a simple vista como Pedrito, el novio de Heidi. Pero no hay Pedritos en este mundo y nadie zafa de esta. Porque hasta Pedro y Heidi alguna vez se habrán mandado alguna. Levante la mano en que nunca lo hizo o al menos nunca tuvo profundos y hasta obsesivos deseos de hacerlo!
Entonces la pregunta es: A quien mierda se le ocurrió alguna vez en este puto mundo que los seres humanos (o al menos los hombres y mujeres occidentales) teníamos que ser monógamos?
Si nadie se lo banca loco, para que mierda caretearla tanto entonces?
Estoy cansada, o mejor dicho re podrida, de escuchar historias de cuernos e infidelidades, de ver gente querida sufriendo por los rincones, o a otros jactándose de lo guachispistola que son por cagar a su pareja.
Que onda loco?!

lunes, 25 de mayo de 2009

Volviendo...

Gracias a todos los que siguieron entrando todos los días...
Gracias a todos los que nos escribieron mails...
Gracias a todos los que se preocuparon por nuestro paradero...
Aca volvemos! No se van a librar de nosotras tan fácilmente
Muejeje

ElsaBorDelEncuentro

Llegó el día. Obvio que fui sola, al pedo ir con alguno de los paquetes de los que ya conocemos. Si estoy sola por elección, no por obligación, para que mentir? Me puse divina, pero no más de lo habitual. Un vestido con onda, muy mi estilo, tranquilo, nada pomposo, con escote pero no al estilo Coca Sarli.

Que alegría encontrarme con tanta gente querida! Me pasé la recepción a los abrazos y risas y me sentí como en mi casa. Entonces, dije buenísimo, me encanta esto! Ahora seguramente me lo encuentre, nos demos un abrazo, me preguntará por mi perro, mi abuela y mis viejos y yo haré lo recíproco y por último me presentará a la novia a la cual analizaré con cautela para después ir a sacarle el cuero con las chicas. Fácil, me saco el tema de encima en un ratito. Pero el rato pasaba y no llegaba.

Terminó la recepción, nos dirigimos al área donde se realizaría la ceremonia y empezó. No había señales de él. Hasta que sentía una mirada pesada en la nuca. Ahí estaba parado, al fondo de todo, y me miraba colorado, con una cara de pollito mojado como pocas veces lo vi.

Finalizó la ceremonia, saludamos a los novios y a nadie más. Empecé a sentir como si fuéramos dos imanes dados vueltas que se repelían constantemente. Lo que no sabía era que el efecto imán duraría toda la fiesta.

Si yo bailaba, el se sentaba. Si yo salía, el entraba. Juro que tuve la intensión de saludarlo todo el día, pero él evitaba lugares comunes y la novia no se le despegaba.

Fue realmente rarísimo. Porque no iba a saludarme? Ya esta man, pasó mucho agua debajo del puente! La verdad es que si alguno de los dos debía estar enojado esa era yo! Y por otro lado yo era ahí el sapo de otro poso.

Comí, tomé, bailé, hablé con todo el mundo y nada impidió que yo disfrutara al 100% ese emotivo día. Mis amigas estaban pendientes de mi todo el tiempo temiendo que me pudiera sentir incómodo. Pero de contrario, fue él el que se pasó la mayor parte del tiempo sentadito en las tandas de baile.

Cuando empieza a caer el sol y comienza la tanda del nefasto carnaval carioca, lo veo que sorpresivamente se esta yendo. Dos horas antes de que termine la fiesta. Ah no! Este no se va si saludarme!

Entonces me acerqué cuando estaba solo y le dije:

- Me parece una boludez que no nos saludemos, no?

- Tenes razón, pero te acordaste un poco tarde. ¡No?

- Hola (beso) y Chau (beso)

Naaa! Pero que le pasa?! Esto no va a quedar así…